Actualmente, el predio contempla casi ocho mil metros cuadrados, donde se exhibe una muestra de grandes minerales, relatos de oficios mineros y maquinaria industrial.
De esta forma, el Museo Minero de Tierra Amarilla contribuye a la conservación de la flora nativa en la tercera región, convertido en un verdadero oasis en medio de los áridos cerros de Atacama.